ENTREVISTA A ÓSCAR PUENTE EN EL DÍA DE VALLADOLID – 30/09/2022

«En Valladolid no hay mano de obra para cubrir la oferta»

Óscar Puente es el primer candidato confirmado de cara a las elecciones municipales de mayo. El socialista se muestra muy convencido de que podrá mantener el sillón de la Alcaldía, y en esta entrevista desgrana los argumentos en los que se basa

Óscar Puente no ha ocultado nunca su intención de optar a un tercer mandato en el Ayuntamiento. De momento, es el primer candidato confirmado de cara a las elecciones municipales de mayo. El socialista se muestra muy convencido de que podrá mantener el sillón de la Alcaldía, y en esta entrevista desgrana los argumentos en los que se basa, que van desde el impulso económico de los últimos años, con la llegada de proyectos como el de Switch Mobility, hasta  el amplio programa de ayudas que desplegó el Ayuntamiento durante la pandemia.

 Habla de que su optimismo electoral está avalado por encuestas  internas ¿Puede concretar más?

Creo que ningún partido desvela sus herramientas. Lo que conocemos y lo que palpamos e intuimos es que estamos en muy buena disposición para revalidar mandato. Lo he dicho otras veces y lo repito: yo he ido a cuatro elecciones, esta es la tercera vez desde que soy alcalde, y nunca he estado tan tranquilo y convencido de que vamos a ganar, y ganar bien.

Esos pronósticos o el convencimiento tiene en cuenta la decisión de Toma la Palabra sobre sus candidatos? ¿La aplicación de su código ético complicará el escenario para revalidar un pacto o espera recoger parte del voto que puedan perder por un cambio de candidatos?

Hay que esperar. Creo que no hay nada definitivamente cerrado y, por tanto, hacer cábalas sobre lo que va a pasar probablemente sea equivocarse. Hay que esperar la decisión final y a partir de ahí, veremos.

Si aplicaran su código ético y no repitieran los actuales ediles, ¿ofrecerá un puesto en su lista como independiente a Alberto Bustos, al que siempre ha ensalzado su trabajo?

¡Hum! Vamos a ver, creo que lo importante es que ellos resuelvan su situación. Y en esto quiero ser extraordinariamente respetuoso. Una vez que lo hagan, pues veremos.

Pero se le ha pasado por la cabeza.

Uno siempre intenta contar con la gente que cree que aporta, y los tres concejales de VTLP aportan. Tienen prestigio, experiencia de Gobierno, políticamente son muy sólidos y los tres son muy interesantes.

¿También le resulta interesante el perfil de Martín Fernández Antolín?

Tengo mucho afecto y mucho aprecio personal por él, es una persona que me merece muchísimo respeto. No he valorado nada, de momento, porque tampoco sé lo que van a hacer ellos. 

No haré mi lista hasta febrero del año que viene y me tomaré mi tiempo y me la tomaré muy en serio para intentar que sea una lista, por un lado, muy competitiva desde el punto de vista electoral y, por otro lado, que me sirva para gestionar porque estoy convencido de que seguiré gestionando el Ayuntamiento el año que viene. Y, por tanto, hay que incorporar personas que sepamos que tienen ascendente social y que sean capaces de gestionar. Esos serán mis criterios. 

Habla de gestión y de un 2023 marcado por las elecciones en mayo. ¿Qué se puede esperar del presupuesto municipal del próximo año?

Es importante enviar un mensaje de estabilidad a los ciudadanos. En momentos en los que los mensajes son de zozobra, aprobaremos por octava vez consecutiva los presupuestos en tiempo y forma. Esto hay pocas administraciones que lo puedan decir. El primer mensaje, entonces, es que aquí hay una coalición de Gobierno que ha funcionado muy bien durante sus dos mandatos. Y, en segundo lugar, tiene que adaptarse a la realidad que nos toca vivir, y se centrará en cerrar los proyectos que están abiertos. Hay que culminar el mandato con los proyectos que están en marcha en este momento.

Entre esos proyectos destaca el del triple paso de Labradores. ¿Cómo de determinante sería que no se pudiese inaugurar antes de las próximas elecciones?

Eso ni siquiera entra en la hipótesis más pesimista. El paso va bien. Ha habido algún retraso en la calle Panaderos por las dificultades que nos hemos encontrado con las canalizaciones, que estaban situadas en lugares distintos a los que fijaban los planos de servicios. Eso ha trastocado en parte la obra, pero por otro lado se ha avanzado mucho en el hincado de los dos cajones. Y el proyecto de Labradores se va a modificar y no será necesario hincar un nuevo cajón; se hará una labor de cirugía en el paso existente. Por tanto, todo apunta a que estará completamente terminado antes de las elecciones.

¿Será determinante en votos?

No. Creo que a los ciudadanos, a veces, se les menosprecia su inteligencia. Y lo que les importa es ver que se hacen cosas y que se están transformando realidades. Y creo que el barrio de Delicias, que ha vivido muchos años sometido a un paso de los años 50, por el que ya ni siquiera pasan los autobuses que hay en la actualidad,  va a ver que se está operando un cambio de 180 grados en el acceso al centro. No creo que sea algo absolutamente decisivo; viene bien que esté terminado para que la gente lo vea y lo disfrute. 

¿Y cómo sería de determinante una candidatura de la plataforma por el soterramiento?

Honestamente, no creo que el soterramiento sea un elemento que vaya a mover más allá de cien votos. No veo a los vallisoletanos poniéndose ante la urna y planteándose votar a alguien para que defienda algo que no es posible. Aquí ha habido un gobierno del PP veinte años, mayoría absoluta en la Junta y en el Gobierno de España, un 40% de deuda pública frente al cien por cien en el que estamos hoy,  una situación del mercado inmobiliario mucho mejor y no se ha hecho. Por tanto, no creo que ese tema vaya a influir en nada en el Gobierno municipal de las próximas elecciones.

El PP sigue sin candidato y el soterramiento es su gran apuesta. ¿Cómo puede condicionar el debate que sea Del Olmo o Cantalapiedra?

Hay seis posibles candidatos en el PP, al menos eso es lo que ha transcendido de las encuestas o casting que están haciendo. Desde luego, si la apuesta del PP para las próximas municipales es el soterramiento, en fin, están peor de lo que incluso parece, que ya parece que están muy mal. Ellos sabrán. Nosotros estamos en las realidades, a crear riqueza, traer proyectos industriales, transformar la ciudad y su movilidad, ofrecerle a la gente realidades, no milongas, ni mentiras.

Hablando de  traer nuevas industrias. Lleva tiempo anunciando un gran proyecto. ¿Qué certidumbre tiene de que se haga efectivo para  que no se creen falsas expectativas?

Muy alta. Espero que muy pronto se pueda concretar ya de qué se trata.

Otro gran proyecto al que le cuesta avanzar es el del parque agroalimentario, que ahora se plantea más como centro logístico. ¿Cómo va?

La obra de la estación intermodal ya está empezada. El parque realmente se va a nuclear en torno a esta infraestructura. Durante muchos años se habló del puerto seco de Santander, del parque agroalimentario en Valladolid,… y su ubicación inicial era en la zona de Palomares. Nosotros lo trasladamos al entorno de los nuevos talleres de Renfe porque éramos conscientes de que el proyecto que había a futuro era crear ahí una estación intermodal de mercancías. Ahora que se está construyendo, por fin, es cuando el parque tiene todas las bendiciones para ser una realidad. 

¿Pero, cómo está?

Estamos con los proyectos de desarrollo urbanístico de la zona y trabajando con consultoras. Nos estamos preparando para cuando la estación esté avanzada ya poder empezar con los asentamientos. A pesar de que no está totalmente delimitado cómo va a ser el espacio, pero sí que hay bastantes planos y bocetos, ya tenemos al menos tres solicitudes de implantación muy grandes.

La ministra de Industria puntualizó en una entrevista en este periódico que su ministerio solo podría dar ayudas del perte agroalimentario a las nuevas implantaciones en este espacio. ¿Se llegará a tiempo para no perder esos fondos?

El desarrollo del suelo no nos preocupa tanto. Hoy, y más con el tipo de implantaciones que creemos que se van a asentar ahí, lo importante es tener la calificación y trabajar un poco a la carta porque las empresas no vienen a un polígono con las calles hechas. Ahora estamos hablando de industrias que reclaman hasta 80 hectáreas, que quieren unas características muy a la carta. 

Por eso, en estos momentos, lo más importante no es urbanizar el suelo, es definir la estrategia, la ubicación y, a partir de ahí, ir trabajando a demanda. Y digo, si quisiéramos empezar mañana tendríamos ya gente llamando a la puerta para instalarse. Y hablo de empresas multinacionales muy importantes.

¿Podría ser una realidad inmediata la instalación de una empresa agroalimentaria transformadora?

No, no. Las peticiones que tenemos son fundamentalmente logísticas.

Defiende que las empresas vienen a Valladolid porque la consideran atractiva no por las gestiones políticas. ¿Será lo mismo en estos casos?

Este debate surgió en un foro porque el alcalde de León planteaba que a su tierra no van empresas, y a otras van porque hay decisiones políticas. Y yo le respondía con tres ejemplos, los más recientes, y pronto tendremos otros dos en los que el papel de la administración autonómica, en lo que se refiere a la ubicación en Valladolid, es nulo. 

Otra cosa es que la Junta sea necesaria e importante para que esas empresas vengan a Castilla y León, pero su ubicación no es una decisión del Gobierno regional. Es más, puestos a elegir, la Junta preferiría otro sitio. El problema es que Valladolid es muy competitivo, por múltiples razones. Y luego está el trabajo de cada uno. Y en el caso de Switch lo he explicado varias veces: ellos vinieron a mi despacho con una ubicación cerrada, que era Arroyo. Me sorprende que no se hayan publicado los suelos o el protocolo que firmó el Ayuntamiento con ellos. 

¿Y qué sucede?

Aunque la decisión estaba muy madura, había una posibilidad de que al final acabaran aquí. Y eso es lo que se trabajó. Tuve 23 reuniones con ellos antes de la decisión final. Y nos llevamos el gato al agua a base de trabajo y ofrecer mejoras: transporte público hasta la puerta, un suelo en 24 horas,… Eso es por lo que pelea Valladolid. Obviamente la Junta es importante para que estos proyectos se asienten en Castilla y León, y eso lo quiero dejar bien claro. El Gobierno regional no es un espectador, es un actor, pero no para que vengan a Valladolid.

Habla de diligencia del Ayuntamiento para que viniera Switch pero, de momento, ellos no han cumplido los plazos que fijaron. ¿Qué pasa?

La responsabilidad de las fechas es de quien las da. Creo que ellos son muy ambiciosos con los plazos. Y claro, a lo mejor han sido excesivamente audaces en los anuncios. El proyecto de Switch va muy bien, como un tiro. Pensemos que cuando entran a mi despacho es julio de 2021, y en octubre de 2022 empezará a construirse la fábrica. Teniendo en cuenta que ni tan siquiera estaban decididos a venir a la capital, que en tan poco tiempo hayamos sido capaces de adquirir el suelo, modificar el planeamiento, lograr un acuerdo entre administraciones para remover los obstáculos de carácter administrativo, el proyecto de la fábrica y tramitar la solicitud de licencia, se puede constatar que va a altísima velocidad. Otra cosa es que vaya a la velocidad que la propia Switch anunció que iría, que creo que no fue un planteamiento del todo realista.

¿Cómo han podido ir tan rápido los trámites administrativos?

Estamos trabajando con ellos mano a mano. Tenemos muchísimo interés en que esto vaya rápido, y que por nuestra parte no quede. Nadie podrá decir que no nos estamos moviendo para que si hay un papel sobre la mesa en dos días ya está gestionado, y hablo de Ayuntamiento y Junta, que en esto estamos trabajando con una coordinación brutal. Estamos yendo todo lo rápido que podemos.

Ese ecosistema que avanzan que generará Switch, ¿ya está atrayendo la atención de alguna empresa que se quiera instalar en el entorno?

Sí, sí. Creo que va a suponer el asentamiento de algunos proveedores, pero incluso va a haber grandes proyectos vinculados a Switch.

Otro proyecto pendiente, del que se anuncian plazos que no se cumplen, es el de la Ciudad Deportiva del Real Valladolid. ¿Se hará realidad?

El martes, a última hora de la tarde (20:49 pm), el Valladolid presentó el último papel que se le requería. Y estamos ya rematando los pliegos y sacaremos la licitación, espero, dentro de este mes. Ellos tienen el objetivo de empezar las obras en enero y vamos a ver si somos capaces de llegar, que yo creo que sí.

¿Estos proyectos generan otra imagen de la ciudad?

El proyecto de Ciudad Deportiva supone muchos millones de euros, y una buena parte los costeará el propio club. Y supondrá una transformación de una zona de la ciudad que lleva muchos años, desde el 82, sin intervención. Estamos hablando de un proyecto muy grande y complejo, que ha llevado una tramitación muy farragosa, a la que todavía le queda el último tramo. 

¿Las ayudas y bonificaciones fiscales son determinantes para atraer inversiones como las que apunta?

Sí. El Ayuntamiento ha facilitado una exención del IAE para Switch de dos años y aprobado una ayuda directa de dos millones, además de declararlo proyecto de interés municipal. Además, vamos a urbanizar la avenida de Santander y convertirla en un boulevar. Hay un acompañamiento financiero y económico importante. No solamente es darles cariño y demostrarles que su proyecto es nuestro proyecto. Estamos permanentemente con ellos porque somos conscientes de la importancia que tienen proyectos de estas dimensiones para la ciudad y para toda la Comunidad: hablar de 2.000 empleos directos hoy es un empujón brutal para Valladolid. No digamos si vienen proyectos más grandes. Por eso todo el esfuerzo que hacemos nos parece poco. 

¿Cómo se posiciona en la carrera que se ha abierto de rebajas fiscales? ¿Hay que rebajar impuestos?

En el ámbito municipal, mi discurso es tan fácil como que llevamos ocho años con los impuestos congelados y suprimimos la tasa de basuras, que supone más de 200 millones de euros que no han salido del bolsillo de los vallisoletanos. Si el IBI se hubiera incrementado con arreglo al IPC, que es como sucedió durante los 20 años de Gobierno del PP, que además cuando hubo IPC negativo no lo bajó, se congeló, la cosa cambiaría. Ahora lleva ocho años congelado y el mismo tiempo sin recaudar la tasa de basuras. A pesar de eso, este año cerramos el ejercicio con un presupuesto de 390 millones, récord histórico del Ayuntamiento, frente a los 290 que había cuando llegamos. 

El valor contable del Ayuntamiento era de 400 millones en 2015, y hoy es de 1.200 millones de euros. Nuestro discurso es muy claro, defendemos que los impuestos son necesarios y útiles para fortalecer los servicios públicos, pero no hemos visto necesario incrementarlos en este tiempo. Si en algún momento se considera necesario y que, además, la economía de las familias y de la ciudad  pueden soportarlo, los subiremos. La política fiscal debe depender de las necesidades que tiene la administración para darle a la gente unos servicios públicos de calidad y de las posibilidades que tienen los que deben pagar esos impuestos. 

¿Y el debate sobre la deflactación del IRPF y la eliminación de los impuestos de patrimonio y sucesiones?

Hay que hacer una revisión completa de la política fiscal en este país. Antes teníamos un IRPF que decían que era muy complejo, pero tenía un tipo mínimo mucho más bajo y un tipo alto mucho más alto. Hay que revisar los impuestos para que quien más tiene pague más, y quien más necesidades tiene reciba más, eso es lo más justo que se podría hacer. Suprimir impuestos como el del patrimonio es deteriorar las posibilidades que tenemos de ofrecer unos servicios públicos de calidad a la ciudadanía, condonando los impuestos a una minoría que tiene unos recursos muy altos. 

Y la situación económica hace que diversos sectores miren a las administraciones pidiendo ayudas. 

Repasemos el historial de estos tres últimos años, con ayudas directas del Ayuntamiento a 6.700 empresas durante la pandemia. Esto no lo ha hecho, y lo digo muy claro, ningún ayuntamiento de España. Valencia y Zaragoza habilitaron cuantías muy importantes de ayudas en forma de créditos blandos, pero ayudas a fondo perdido por hasta 4.000 euros por empresa no lo ha hecho ninguno. También condonado dos años la tasa de terrazas,… En esto podemos mirar a los empresarios con la cabeza muy alta y de frente porque han encontrado en el Consistorio un aliado ante sus dificultades. Un despliegue de ayudas sin precedente.

Pero la pregunta es si se podrá mantener ese nivel en los próximos meses, con la crisis pasando factura.

Si vienen mal dadas el Ayuntamiento va a actuar exactamente igual que cuando vinieron mal dadas con la pandemia. No vamos a permitir que nadie se quede atrás y haremos el esfuerzo que sea necesario. Pero a veces se siembra una alarma que luego genera distorsiones en la percepción. En Valladolid tenemos tasas de desempleo de las más bajas de la historia, acabamos de cerrar unas fiestas en las que los hosteleros se han quejado de que no tenían mano de obra para trabajar y estamos a punto de promover una campaña para captar mano de obra para atender a la Dependencia porque no tenemos. Es decir, esa crisis de la que se nos habla, a nosotros los números no nos dicen eso. Hoy en Valladolid, si tenemos un problema, es que nos falta gente para trabajar en diferentes sectores. No hay suficiente mano de obra para atender la oferta de empleo que hay en este momento. 

Esta buena situación que describe, ¿se puede ensombrecer en las elecciones por las críticas a la gestión de Sánchez y el efecto Feijóo?

No creo en el efecto Feijóo, pero creo que los entornos afectan. La situación nacional, afectará, pero hay que ver en qué medida. Pero también la de la Junta, y hay que ver cuánto. Aquí tenemos un Gobierno autonómico que representa la alternativa al Gobierno municipal. Si los vallisoletanos no están lo suficientemente contentos con nuestra gestión y valoran optar por la alternativa, esa es Mañueco-García Gallardo. Y creo que es incentivo más que suficiente para que se lo piensen dos veces antes de dar una oportunidad a esa alternativa. Se están luciendo, llevan unos meses antológicos. Lejos de gestionar se dedican a cuestiones absolutamente absurdas.

¿Habrá en los PGE del próximo año una partida para ejecutar el Campus de la Justicia?

Para obra no porque no dará tiempo a empezarla, pero para el proyecto sin ninguna duda.

¿Lo tiene comprometido?

Habrá una partida, como mínimo, de medio millón de euros para el proyecto, que es lo que costó el proyecto que se hizo para la parcela de Girón.

En su faceta como secretario provincial del PSOE afronta también la elaboración de listas en los pueblos y debe gestionar algunos problemas internos. ¿Se arrepiente de haber asumido este cargo? ¿Puede tener coste en su candidatura?

No, coste no me está generando ninguno. Esos problemas que dice, no tienen entidad para afectar ni al partido, ni a mí. No me arrepiento en absoluto porque soy una persona muy comprometida con una idea. Eso sí, estoy asumiendo una carga y un servicio, pero lo hago con gusto. Estoy muy contento con el trabajo que se está haciendo. Tenemos ya los candidatos de las poblaciones de más de 20.000 habitantes, y estamos elaborando candidaturas en sitios donde no las teníamos. Y sé que iremos a las municipales muy en forma y a disputarlas a tope.

¿Está satisfecho con el trabajo del grupo de la Diputación? 

Muy satisfecho. Están haciendo un trabajo muy bueno, con el portavoz a la cabeza. Creo que partían de una situación muy complicada, pero eso no impidió que el grupo se uniera.

¿Y considera que podrán gobernar en la Diputación?

Eso depende de más factores. Vamos a ver cómo se termina de perfilar el dibujo de los candidatos, pero creo que hay una posibilidad cierta. Partimos de la oposición y hay otros elementos en el ámbito rural, como el papel de la extrema derecha. No está tan en nuestra mano como en caso de la ciudad.