El PSOE de Valladolid exige una Ley LGTBI urgente para evitar que Castilla y León se quede a la cola de España en Igualdad
Hoy, en el Día Internacional contra la LGTBIfobia, cuando se conmemoran 35 años desde que la OMS dejó de considerar la homosexualidad una enfermedad, Castilla y León se convierte en un símbolo de retroceso y exclusión. Mientras el mundo avanza —aunque de forma desigual— hacia el respeto y la protección de las personas LGTBI, nuestra comunidad autónoma ha dado un paso atrás inaceptable.
El gobierno del PP, con el apoyo explícito de la extrema derecha, ha eliminado el anteproyecto de ley de Igualdad y Diversidad que se tramitaba en la anterior legislatura. Con esta decisión, Castilla y León se convierte en la única comunidad del Estado que carece de legislación propia para proteger a las personas LGTBI. Esta dejación no es solo una afrenta a los derechos humanos: es una condena directa a la invisibilidad, a la discriminación y al abandono institucional de miles de castellanos y leoneses.
Este aislamiento legislativo supone un agravio comparativo intolerable respecto al resto del país. Mientras otras comunidades consolidan y amplían sus políticas públicas contra la discriminación, aquí se desmantelan. Sin ley, sin planes, sin recursos. Sin compromiso alguno por la igualdad.
A esta agresión institucional se suma la actitud intolerante del Ayuntamiento de Valladolid, gobernado por el PP y Vox, que se ha negado a izar la bandera arcoíris en el Día Internacional contra la LGTBIfobia, a pesar del respaldo expreso del Tribunal Supremo a su exhibición en edificios públicos. Declaraciones como las del alcalde Jesús Julio Carnero, quien ha afirmado que “la bandera arcoíris no ondeará en el balcón del consistorio mientras yo sea el regidor”, son la expresión más clara de homofobia y una ideología que desprecia la diversidad y niega la dignidad de miles de ciudadanos.
Frente a esta ola reaccionaria que amenaza derechos conquistados con décadas de lucha, recordamos que fue gracias a los gobiernos progresistas que España se convirtió en referente mundial en derechos LGTBI. Hace 20 años fuimos pioneros con el matrimonio igualitario y la adopción homoparental. Hemos aprobado leyes como la Zerolo y la LGTBI y Trans que marcan el camino hacia una sociedad más justa y respetuosa. Hoy, más que nunca, es necesario alzar la voz. La igualdad no se suplica, se defiende. Y frente a quienes quieren borrar nuestros derechos, respondemos con orgullo, memoria y lucha.