ENTREVISTA A LUIS VÉLEZ EN EL DÍA DE VALLADOLID – 13/03/2022

La ZBE es más amplia por criterios exclusivamente técnicos

Luis Vélez, concejal de Movilidad, niega que se vaya a cerrar el centro a los vehículos con la zona de bajas emisiones. «Afecta solo a los que no tienen etiqueta».

Es probablemente el concejal del Ayuntamiento de Valladolid que más frentes tiene abiertos. Los cambios en movilidad y la gestión del transporte público centran la mayoría de las sesiones plenarias con el cuestionamiento por parte de la oposición y algunas organizaciones sociales. Aunque también llegan  buenas noticias al área como la lluvia de millones de los fondos europeos para nuevos proyectos.

La movilidad es uno de los puntos claves de este mandato, incluido por el cuestionamiento de la oposición. ¿Es el punto débil del equipo de Gobierno?

Creo que es el punto fuerte, pero no solo del equipo de Gobierno. También lo es de las ciudades, en general. La movilidad sostenible se ha puesto en valor. Las mayores dotaciones de fondos europeos son para políticas de movilidad, de transformación. Hace unas semanas se aprobaba el anteproyecto de ley de movilidad sostenible. Se están dando pasos muy importantes. 

La movilidad es protagonista en España, pero también en Europa. Muchas de las cuestiones que se están poniendo en marcha, como la zona de bajas emisiones (ZBE), vienen a través de normativa europea. Las ciudades tenemos que tomar decisiones y Valladolid no se puede quedar al margen de ello.

Esa confrontación política se traslada a la sociedad. En las reuniones que están teniendo con los colectivos, ¿qué les trasladan? ¿Existe ese rechazo social?

Creo que rechazo social no hay. Este equipo de Gobierno se caracteriza por el diálogo y la cercanía. Hay que hablar mucho e intentar alcanzar consensos, hay que matizar las cuestiones que se quieren poner en marcha y también hay que tomar decisiones. Y hasta ahora creemos que estamos acertando. El lunes hablábamos con Fecosva y  CEOE que algunas decisiones que hemos tomado en los últimos meses relacionadas con eliminar el tráfico de paso en el centro han tenido resultados positivos.

¿En qué sentido?

Tenemos menos tráfico de paso, se ha rebajado más del 50% si se tienen en cuenta los valores desde 2015, cuando había tres carriles de acceso desde Poniente. Ahora estaremos entre 8.000 o 9.000 vehículos al día. Los que usaban este trayecto para cruzar, que normalmente iban solos en el vehículo, no se paraban en el centro para ninguna gestión, y tienen otras vías alternativas con mayor capacidad para su tránsito. Y los propios comerciantes lo reconocen. Las medidas necesitan un periodo de implantación. En general, nos resistimos a los cambios. 

En movilidad todo el mundo tiene opinión y entiendo estas críticas, pero hay que dejar trabajar a los técnicos con datos objetivos y hechos para ver resultados. Y estamos en el buen camino. No hacemos nada diferente a lo que están haciendo otras muchas ciudades. Incluso, es posible que nos hayamos enganchado a este carro años después, pero estamos recuperando el tiempo perdido en los últimos siete años para hacer una ciudad más amable y moderna.

Apunta que se están aceptando cambios como los de los carriles exclusivos, pero ahora llega el anuncio de que se duplica el área prevista para la zona de bajas emisiones. ¿Es subir mucho la apuesta? ¿Conseguirán el consenso social?

El diálogo tiene que ser permanente. En 2016, cuando aprobamos el protocolo anticontaminación, que contemplaba cortar el tráfico en la almendra central cuando se rebasaban unos niveles, también hubo cierta polémica. Ahora se ve como alguno asumido y que no ha generado problemas y sí beneficios. Y ese fue un primer paso ante lo que iba a llegar con las ZBE.

¿Por qué será más amplia?

Ahora la Ley de Cambio Climático y las directivas a nivel europeo nos obligan a implantar la ZBE. Ese es el camino. Valladolid no partía de cero. El protocolo de 2016 nos ha ayudado a avanzar y será positivo. Será más amplia por criterios exclusivamente técnicos, ya que han valorado que tendrá más beneficios. Se ha valorado objetivamente calle a calle la situación y también se han tenido en cuenta algunas de las alegaciones presentadas al plan de calidad del aire. 

 ¿Esto conllevará una reordenación importante del tráfico?

Se está trabajando en paralelo en todo, también teniendo en cuenta los nuevos pasos de la integración ferroviaria. Hay que intentar evitar lanzar mensajes que no son correctos o no atienden a la realidad. Cuando se dice que se va a cerrar el centro de la ciudad a los vehículos, no es verdad. Se restringe el acceso a partir de 2023 a los que no tienen etiqueta. Y, a partir de ahí, con unos plazos amplios, hasta 2025 y 2030. 

Los vehículos sin etiqueta son el 20% del parque circulante. Y hay que tener en cuenta que podrán acceder los residentes, y habrá bastantes excepciones, que se regularán en la nueva ordenanza. Habrá tiempo para que ciudadanos y colectivos presenten propuestas y alegaciones a esas excepciones.

Una de las dudas es cómo se regulará el acceso a los aparcamientos.

Medio Ambiente está tramitando el tema del control de cámaras. La mayoría de los  aparcamientos tienen control de acceso de matrículas, no vamos a inventar nada nuevo. Se permitirá el acceso a los parking y se podrá aparcar sin ningún problema dentro del área de las ZBE.

La nueva zona parece que genera rechazo en los vecinos del alfoz que tienen que desplazarse  a Valladolid. El propio alcalde abrió este debate hace unos días en las redes sociales. En el PGOU se planteaba un sistema de aparcamientos en las entradas de la ciudad. 

¿Se irá poniendo en marcha ese sistema para evitar problemas?

Trabajamos en paralelo en muchos frentes. En el entorno del estadio se reordenará la zona para la ciudad deportiva y habrá nuevas zonas de aparcamiento. También se está construyendo un aparcamiento disuasorio gratuito de 250 plazas en la ronda norte, junto a las instalaciones del parque de vías públicas. Y estamos trabajando en otros.

¿Cuál será el próximo?

El que va a ser el gran aparcamiento de Isabel la Católica. Ya está contratado el estudio de viabilidad y era más que un parking de vehículos. Será un espacio intermodal, de distribución de mercancías de última milla y de micrologística. Está dentro de la ZBE y es estratégico para el centro. Y tenemos una magnífica red de aparcamientos disuasorios (7), con voluntad de ir ampliando. Y estamos trabajando en otro en el entorno de la calle Bostón, que estará próximo al nuevo paso subterráneo que comunicará la Ciudad de la Comunicación con el otro lado de las vías. Estamos trabajando en el corto, medio y largo plazo para dar respuesta a los que necesiten desplazarse en su vehículo particular. 

¿Cuál será el próximo aparcamiento que plantean remunicipalizar?

Nuestra voluntad no es rescatar ninguno, pero quedan bastantes años para que caduquen las concesiones actuales. El objetivo era que finalizada la concesión de la Plaza Mayor nos pudiéramos hacer cargo. Es un parking que ha tenido muchos avatares en los últimos años. La empresa lo gestionaba desde hace 40 años y pagaba un canon de 6.500 euros anuales, pero la concesión se había extinguido. Y tomamos la decisión de recuperarlo. El resto funcionan bien y el objetivo no es interferir. Pero cuando haya uno nuevo, como el de Isabel la Católica, iremos al nuevo modelo de gestión directa a través de Auvasa.

Una petición vecinal reiterada a Auvasa es la ampliación de líneas. Ahora se anuncia que la 7 llegará a Los Santos-Pilarica. 

La línea 7 se prolongará por el túnel de Andrómeda para conectar Arturo Eyries con Los Santos-Pilarica. Es una de las líneas estrella de Auvasa por el número de viajeros que transporta. A partir de ahí desaparecerá la 33, que se creó en exclusiva par dar servicio a Los Santos-Pilarica, pero ahora se mejorará el servicio y las frecuencias. 

¿Habrá también ampliación de líneas con la instalación de la nueva planta de Switch, en la carretera de Santovenia?

En estos momentos tenemos un convenio con Simancas y La Cistérniga. Cuando nos preguntan si nos gustaría, si queremos extender nuestro servicio a otros municipios, ya que hemos hablado con responsables de Zaratán, Arroyo, Santovenia,… que quieren que Auvasa les dé servicio, lo que les trasladamos es que no depende de nosotros. Es una competencia, el transporte interurbano, que corresponde a la Junta. Nos gustaría poder prestar ese servicio sin que suponga coste para los ciudadanos de Valladolid y, lógicamente, alguien tiene que pagar ese coste. 

En todo caso reitero nuestra mejor voluntad para poder ofrecer el servicio y poder tener un transporte adecuado a lo que se necesita. Valladolid no solo son nuestros 300.000 habitantes, son también los 100.000 que viven en el entorno de la ciudad, pero que conviven la mayor parte del día aquí. Nosotros pensamos en una perspectiva metropolitana, pero no nos podemos meter porque no tenemos competencias.

Pero a los vecinos les cuesta entender que estando en la MIG no se pueda plantear esto y se resuelva el problema. ¿Se ha planteado dentro de la MIG el poder gestionarlo?

No depende de la MIG, ni aunque lo pida. La Junta debería crear un área metropolitana o un consorcio de transportes, en el que Auvasa participaría como uno más. Y estaríamos dispuestos a poner lo mejor de nosotros para prestar el mejor servicio en toda el área. Las competencias están claras y le corresponden a la Junta. A partir de ahí podemos ir dando pasos, mejorando lo que tenemos. De hecho, ya hubo integración de la tarjeta de transporte de la Junta con la nuestra, hay un bono combinado metropolitano,… Ha habido pequeños avances, importantes, pero no los suficientes y necesarios, especialmente para los ciudadanos que viven en el entorno metropolitano.

¿Lo ve posible?

Yo siempre pongo el ejemplo del taxi. En 2015 nos encontramos con que se quería poner en marcha la prestación conjunta del taxi, recogimos el guante, hubo delegación de competencias de todos los municipios en el Ayuntamiento de Valladolid y también de la propia Junta, y ahora mismo somos la entidad gestora de un servicio que está funcionando relativamente bien. Algo así sería necesario para el transporte público colectivo.

Repito, ¿es factible?

Creo que es posible y sería deseable, pero es una cuestión de voluntad. En los últimos 35 años no la ha habido por parte de la Junta. Es legalmente posible, lo estamos pidiendo de todos los municipios de todos los colores políticos, se tiene el empuje del Ayuntamiento de Valladolid, pero no depende de nosotros.

¿Sería la solución para los problemas de tráfico?

Si a los ciudadanos se les ofrece un servicio adaptado a lo que necesitan, con frecuencias, nos mejoraría la movilidad de la ciudad. No entrarían tantos vehículos. No habría tanta necesidad de desplazamientos en vehículo particular.

Y de cara al futuro, ¿habrá una línea a la planta de Switch?

Estamos trabajando en varios frentes. Las cuestiones hay que madurarlas y nos gusta anunciarlas cuando las tenemos cerradas. Auvasa es una empresa viva, que ahora está en fase de crecimiento. Y cuando algo se ponga en marcha se comunicará.

Aunque sigue con su conflicto laboral abierto.

No hay conflicto, hay una negociación del convenio colectivo. Hay diálogo con la parte sindical, contacto permanente. La empresa está mejorando resultados y espero que mejoremos el número de viajeros conforme finaliza la pandemia. Y espero que podamos llegar a un acuerdo dentro de las limitaciones legales que hay. 

¿Conseguirán flexibilidad de turnos para afrontar la modificación de líneas?

Es la poca flexibilidad del convenio, que está para cumplirlo e introducir algunas cuestiones en el convenio nos permitiría, sin perjudicar a los trabajadores, beneficiar al servicio. Eso es lo que hemos planteado en la propuesta que la empresa ha hecho a la parte social. Sin perjudicar a los trabajadores hay que mejorar la prestación del servicio que ofrecemos. La empresa tiene que adaptarse a la ciudad y sus necesidades. 

El precio de los combustibles se ha disparado y seguirá creciendo por la guerra. ¿Tienen previsto subir el precio del billete?

No, no está prevista la subida de tarifas. Vamos a ver cómo evoluciona el mercado. Es verdad que la subida de combustibles nos puede afectar, pero después de la pandemia que hemos pasado no sé si va a haber algo peor: algunos meses estuvimos en el 7% de pasajeros. Lo hemos pasado muy mal. Sabíamos que la crisis del transporte público no iba a acabar cuando acabara la pandemia. Por eso hemos demandado a las administraciones ayuda para no asfixiar a un sector estratégico. Por eso nos ha venido muy bien la subvención extraordinaria del Ministerio de Hacienda de 5,8 millones de euros, que nos ha permitido salvar temporalmente las cuentas. Y reclamamos ayudas a la Junta, que hasta ahora no nos ha facilitado ninguna.

Otro medio de transporte es la bicicleta. ¿Este mandato ya se podrán hacer desplazamientos completos por carril bici sin tramos discontinuos?

Podemos desplazarnos mejor. Nunca es suficiente, siempre se podrá mejorar. Hace varios años nos fijamos el objetivo de ampliar la red y conectarla. Estamos trabajando mucho en esa conexión. Eso animará mucho más a la gente a utilizar la bici en sus desplazamientos diarios porque una demanda de los ciudadanos para usarla era tener más seguridad. Los carriles bici segregados dan esa seguridad y también la limitación de velocidad a 30 km/h. En 2021 se han reducido los accidentes por atropello y no se han registrado fallecidos por este motivo. Se están cumpliendo los objetivos. 

Habla de pacificación, aunque los que la piden son los peatones en su convivencia con las bicis y, sobre todo, los patinetes. Está prevista una ordenanza conjunta de movilidad, ¿cómo se regulará esa movilidad en los espacios peatonales?

Son varios frentes. La convivencia de peatón y bici es normal en muchas ciudades, pero aquí todavía se ve como algo raro. El patinete es un elemento nuevo, que ha llegado para quedarse y con voluntad de crecimiento en su uso. Y genera más peligros que la bici. La DGT ya está con una normativa que regula el casco, edad, seguro, modelos y matrícula,… Es un campo muy amplio y lo lógico es que lo regulen ellos y no las ciudades. Es necesaria la homogeneidad para no volvernos locos.

¿Y para cuándo la ordenanza de movilidad?

Esa ordenanza nos ayudará, pero no nos va a resolver los problemas. Hay una ciclista, que no está desactualizada porque es de 2015, un reglamento municipal de tráfico que hemos modificado el año pasado y otra serie de normativas. Pero no entraremos a regular cuestiones que la DGT ya ha establecido. Hay que apelar más al respeto, educación y convivencia. 

¿En qué modelo se fija?

Si me preguntan si sería razonable que las bicis pudieran circular por zonas peatonales, creo que sí. Es algo que hay que contemplar en la nueva ordenanza, que puedan circular de una forma razonable por esas calles, con prioridad peatonal. Ahora hay establecido un horario, que creo que hay que ampliar, aunque con limitaciones y restricciones, y también algunas calles, incluso, en contrasentido de la circulación. No estamos inventando nada nuevo, existe en otras ciudades y funciona bien. 

Hablando de calles, ¿cuándo se realizará la obra de López Gómez?

Se hará el proyecto para renovar la calzada, que está muy deteriorada. También se necesitan renovar las redes de abastecimiento y saneamiento. La calle no cambiará en su configuración. Y tampoco es una urgencia. Se hará cuando haya disponibilidad presupuestaria. 

¿Y tienen la partida millonaria de fondos europeos?

Hemos hecho una apuesta importante de optar a fondos europeos y nos han concedido el cien por cien de lo solicitado. Estamos muy ilusionados con el proyecto de ciudades conectadas, que lidera Valladolid, y que transformará la mentalidad de la movilidad en la ciudad. Se trata de facilitar la vida a los vecinos. 

Y también renovarán el sistema público de bicicletas con ese dinero.

El sistema que tendremos el año que viene probablemente sea el mejor de Europa. Es verdad que los últimos podemos contratar lo mejor. Estábamos atados a un contrato a diez años con el actual sistema y ahora con los fondos europeos podremos tener uno con la última tecnología, con bicis eléctricas. Ya estamos en la fase de valoración de las ofertas que se han presentado. Se cuadriplicará lo que tenemos ahora, se ampliará el número de estaciones y nos permitirá llegar a barrios que lo pedían como La Overuela y Pinar de Jalón.

¿Habrá nuevas infraestructuras?

Sí, una nueva red de aparcamientos seguros de bicis, que también se pagará con fondos europeos. Esto permitirá que muchos vecinos que no tienen sitio en su casa para guardarla o tienen una bici eléctrica y no quieren dejarla en la calle, podrán utilizar estos aparcamientos. Se está trabajando ya en el plano de la red, pero será para residentes y de rotación